La pregunta de si es bueno desatascar con sosa, se hacen muchos usuarios que desean acometer por ellos mismos la resolución de determinada incidencia. La respuesta no es una, pues dependerá de las precauciones que se tomen en cuanto a su uso. En principio, y refiriéndonos siempre a desatascos caseros, lo más apropiado es emplear productos naturales y que no perjudiquen las instalaciones ni resulten potencialmente peligrosos para las personas. Antes que desatascar con sosa, hay que intentarlo con otros procedimientos naturales o no potencialmente perjudiciales, como las combinaciones de bicarbonato o levadura como vinagre, agua con sal...
Cuando estos procedimientos más naturales no funcionan, hay que recurrir a desatascos mediante productos más resolutivos, como la sosa. Con este producto se conseguirán opciones para la disolución de numerosos tapones originados por acumulación de restos orgánicos. Estos residuos son los que suelen causar los malos olores y todo tipo de incidencias, algunas de las cuales se traducen en encharcamientos en inundaciones.
Como es ya sabido, el principal inconveniente de la sosa cáustica es su posible peligrosidad para personas y animales. Hay que tener cuidado al emplearla, así como debe echarse más cantidad que la debidamente marcada, y que deberá superar una tacita de las de café. Pero lo primordial, antes de empezar el desatasco con la sosa, es evitar por todos los medios que las posibles salpicaduras lleguen a afectar a piel. Para impedirlo, utilizaremos la ropa gruesa que protegerá los brazos y otras zonas, además de los guantes, que tendrán ser de materiales resistentes, no sirviendo el látex o guantes de fregar.
Si ya estamos bien protegidos, deberemos realizar el vertido de la sosa por el sumidero de la instalación. Cuando se cuele la sosa, deberemos echar agua hirviendo, pero con gran cuidado, pues es el paso más peligroso en cuanto a las salpicaduras. Tras esperar un rato (un cuarto de hora), abriremos el grifo y veremos si el agua corriente drena como el debido.